El primer paradigma que destaca la autora es la llegada de la revolución Industrial como comienzo de los primeros inventos tecnológicos, como las maquinas y las fabricas, que trajeron como consecuencia la sustitución del trabajo manual por el trabajo mecánico, en donde la industria comenzó a repercutir grandemente en la sociedad, y la imagen del patrono cambio automáticamente ya que al ver el que el rendimiento del trabajo aumento en alto grado, modifico la estructura profesional de la población. Al sustituir al hombre por la maquina, comenzó un proceso discriminatorio, en donde se expandió la jornada laboral de 15 y 20horas diarias, causando un impacto en la vida familiar y social del trabajador, el salario era muy bajo, y se asigno sobrecargas de trabajos, y peligrosas condiciones inseguras e insalubres.
Al abordar un poco los paradigmas analizados, se observa como la tecnología dio comienzo a un proceso de desarrollo a nivel mundial, desde la llegada de la maquina hasta nuestros días, todo va a depender del cristal con que se miren estos modelos. Para algunos los efectos de la flexibilidad laboral son positivos permitiendo que el trabajador desarrolle actitudes, que mejoren su capital humano, en empresas que poseen estructuras jerárquicas menos rígidas y adaptables, pero a el critico John kotter, destaca que existen efectos negativos que incide en que el trabajador va de un lugar a otro, sin poder desarrollar relaciones duraderas, generando sentimientos de desarraigo, desconfianza, incertidumbre, y hasta sensaciones de fracaso.
El mercado laboral existente en Venezuela presento características muy similares a la del resto del mundo, ya que con la llegada del petróleo, se dio lugar a la implantación de tecnologías que repercutieron el los trabajadores, hoy en día bajo en modelo de producción flexible existen distintas disyuntivas que comparten consecuencias positivas, y otras no tanto.